Viene de Santander hoy
El presidente de la Asamblea en su intervención, realizó una detallada exposición que contrastó con la poca información que mostró la compañía Greystar; “no hay un plan de manejo ambiental responsable, solo existe el interés de lucrarse a como de lugar, por parte de las multinacionales” dijo Morales Delgado, al tiempo que entregó cifras que dejaron perplejo al auditorio, “90 mil hectáreas serían afectadas por la explotación minera, en unas zona que debería ser declarado parque natural regional Páramo de Santurban”, acotó.
El Gerente del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (amb), Germán Augusto Figueroa, expresó que “tal como está planteado el proyecto Angosturas, reduce las quebradas que su vez reducen el caudal del río Suratá, que abastece a varias localidades de la provincia”.
Para el líder ambientalista, Orlando Beltrán Quesada, “son muchas las razones ambientales, sociales y económicas, por la cual no se debe hacer la explotación aurífera, pero llamó la atención sobre el uso de cianuro en el proceso de extracción. “El cianuro está prohibido en Europa, es un riesgo para la vida humana y para la fauna y en el proyecto de Soto Norte piensan usar 40 toneladas diarias de este”, indicó.
Otra de las grandes discusiones que se dieron en el debate, tuvo que ver con la “inconveniencia” de ejecutar la explotación a cielo abierto, tras considerar aún cuando los impactos ambientales de la minería varían según el tipo de mineral y de mina, “se trata de una actividad intrínsecamente insustentable, pues implica la explotación de un recurso no renovable mediante procedimientos destructivos, como la trituración, la molienda, el lavado y clasificación de los minerales, la refinación y la fundición”, indicó Luis Roberto Schmalbach, diputado.
“Mientras que este tipo de minería es rechazada en Estados Unidos y Europa, en Colombia pretendemos experimentar con ella y debemos oponernos a su utilización porque resulta doblemente destructiva por su gran escala y por la tecnología que ha acrecentado su capacidad productiva”, precisó Morales Delgado, presidente de la Asamblea.
La minería a cielo abierto, según la CDMB, afectaría los nacimientos de agua, alteraríalos canales naturales de escorrentía, registraría una disminución del recurso hidrogeológico, habría una posible contaminación del agua subterránea con aguas ácidasprovenientes del tajo de explotación, generaría posible contaminación de aguas superficiales ante eventos catastróficos con sustancias químicas como el cianuroy podría alterarlas relaciones inter e intra específicas entre las diferentes especies de flora y fauna del ecosistema.
Para los diputados de Santander, aunque el debate era para analizar el componente ambiental con miras a garantizar el agua y no la producción de oro, se pudo establecer que sobre Ingeominas recaen varias responsabilidades.
“La entidad ha venido fraccionando el páramo, entregando a diestra y siniestra los títulos mineros para explorar y explotar, sin revisar que estos están ubicados dentro de la zona de reserva, por eso hay que pedirle a la entidad que responda por sus acciones”, explicó el diputado Carlos Alberto Morales.
Pero el gerente del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, “Ingeominas ha recibido 39 solicitudes de licencias mineras, en un área de 125.325 hectáreas, de las cuales 29 solicitudes se encuentran en zonas de reserva forestal. Entre licencias y solicitudes están comprometidas 148.296 hectáreas”.
Darío Echeverri Serrano, secretario de Agricultura de Santander, dijo que la posición del Gobierno Seccional es clara: “El desarrollo económico se justifica si es compatible con el medio ambiente”, sentenció.
Por último se creó una comisión integrada por los Diputados Carlos Alberto Morales, Yolanda Blanco, Roberto Schmalbach y Julio Cesar Villate, para elaborar unas conclusiones del debate y darlas a conocer ante la opinión pública, además de hacer seguimiento.
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