Piden que el impuesto de rodamiento sea para aportar soluciones
Por: Bernardo Socha Acosta
Bucaramanga. – Transportadores y pasajeros coincidieron en afirmar que a las autoridades de la capital de Santander les quedó grande solucionar un grave problema de movilidad que se ha venido acentuando en la Puerta del Sol, de sur a norte. Cuando
cualquier usuario recorre la meseta de Bucaramanga o el Área Metropolitana en
ese sentido ya sea desplazandose de Floridablanca por la autopista, o
proveniente de de Girón, la alegría de transitar ambos corredores viales que han sido mejorados en el
pasado, se acaba cuando se aproxima al punto llamada Puerta del Sol.
En ese punto,
la improvisación y bien puede decirse ignorancia de los diseñadores del
corredor de Metrolínea, redujeron los carriles de, 4 y 3, a solo 2, en el paso
del parador de la estación de transporte masivo, convirtiendo la vía en un cuello de botella
que represa el flujo automotor proveniente
de dos autopistas (la de Floridablanca y Girón) en un hecho enloquecedor de
tortura para cualquier persona, sin que eso haya despertado la menor reacción
entre las autoridades encargadas de administrar la ciudad.
Este cuello
de botella demanda la atención inmediata de los responsables de un buen
servicio a la comunidad, porque los usuarios ya sea de transporte público o
particular, van a tener que reaccionar de
la forma que lo tienen que hacer las comunidades cuando no se les escucha,
porque los dueños de vehículos pagan impuesto de rodamiento es para que
haya un buen servicio de corredor vial, no es para que aumenten la burocracia.
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En la gráfica de bersoahoy, se muestra la ciclovía de la carrera 21 subutilizada |
En la
estación de Metrolínea de la Puerta del Sol, cualquier ingeniero principiante de
los que diseñaron la vía, se habría imaginado que, para evitar ese cuello de
botella, era necesario ampliar el corredor hacia el occidente para
conservar los 3 carriles del costado oriental y no ocasionar el embudo que ha
venido pululando y que cada día se empeora. Y si cada día se agrava la
situación, las autoridades de turno están en la obligación de emendar los
errores, y buscarle una solución a ese cuello de botella de la Puerta del Sol
que está causando muchas dificultades.
Ya hay inquietudes
de rebeldía por esta razón. Si no hay solución los usuarios solicitarán la
atención por otras vías, las que las comunidades tienen que tomar cuando no se
les escucha, dijeron transportadores. Por
qué las autoridades esperan hasta que la inconformidad se represe.
Así se cuestionaron voceros de los usuarios de
las vías.
Los
facilistas dirían que para soliviar este problema, los transportadores
particulares y hasta taxistas podrían desviar a tomar la carrera 33, por la
entrada que hay antes de llegar a la Puerta del Sol, pero eso es ya el peor
calvario infernal, porque la 33 desde el puente que conecta la vía a Girón, tampoco tiene cobertura y al
paso por frente a los colegios La Merced y la Presentación, es imposible
transitar.
De tal
manera que, de nada sirvió, que los alcaldes de turno de hace algunos años se
proyectaran al futuro, como Carlos Ibáñez Muñoz y Luis Francisco Bohórquez,
quienes hicieron mega-obras futuristas contra viento y marea. Ellos fueron los
impulsores y ejecutores de proyectos
como el Intercambiador de la Puerta del Sol, la ampliación del viaducto García
cadena y la construcción de un nuevo carril por la autopista a Floridablanca.
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Otro punto de la que fue una vía arteria moderna y que hace 6 años quedó reducida al pasado, cra 21, y una ciclovía subutilizada |
Para desdicha
de los habitantes de Bucaramanga, el Área Metropolitana y de quienes llegan de
visita a la ciudad, se encuentran que
los corredores viales son una tortura, como lo de la puerta del Sol. Y si a
esto le sumamos lo que le ocurrió a importantes arterias viales como la carrera 21 que después de tantos años de
lucha, una administración municipal, logró ampliarla de extremo a extremo
(norte a Sur) para agilizar el flujo automotor porque era una arteria
prioritaria, pero de un momento a otro quedó nuevamente reducida a nada, o
convertida en el pasado.
En las dos últimas administraciones municipales
de Bucaramanga, la ciudad retrocedió en capacidad para desembotellar el flujo vehicular.
La destrucción de las vías arterias comenzó hace unos 6 años cuando sin ninguna
planeación y con una miopía de futuro, comenzaron
a diseñar ciclorrutas, sin estudios de factibilidad y las hicieron por vías
vehiculares preferenciales.
Y es que
nadie se opone a las ciclovías porque estas también hacen parte del
desarrollo de la ciudad, pero para eso hay calles y carreras intermedias que se pueden emplear y con mayor
seguridad para los que utilizan la bicicleta. Por donde fueron trazadas las
ciclorrutas, no ofrecen las mínimas normas de seguridad, por el alto paso de automotores
pesados y a gran velocidad.
Si miramos qué factibilidad tienen hoy las ciclo-rutas, vemos que ninguna. Los ciclistas no las utilizan por el alto riesgo que ofrecen. Son servicios (las ciclovías) que por la improvisación se han convertido es, en corredores de la muerte, porque un ciclista que avanza paralelo a un camión a gran velocidad, el vehículo mayor atrae al menor y causa un accidente mortal. Muchos críticos han reiterado que no es una afirmación descabellada, decir que las ciclovías fueron hechas sin ningún estudio técnico y las hicieron al parecer para pagar favores políticos.